Cierre de la Colonia Los Ángeles en Torreón
Cerrar colonias al libre tránsito no ofrece seguridad y sólo demuestra ineptitud de la autoridad
*La presidencia Municipal no ha mostrado oficio político; la delincuencia no se combate con más delincuencia.
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
El Jueves pasado (jueves santo) a la 1.30 a. m., de manera subrepticia y con dolo, la autoridad, que no unos vecinos, cerraron las calles de la colonia Los Ángeles por su seguridad, dicen algunos; luego la autoridad en voz de un regidor, el 3º, dijo que fueron los vecinos los que cerraron y, qué “Estuvo mal porque faltó consenso”; este pronunciamiento semioficial me pareció una burla al ciudadano porque si se cerró de madrugada la colonia, quiérase o no, fue con anuencia de la presidencia, contraviniendo toda norma de civilidad, como muestran señalamientos de paleta propiedad del municipio. (Anexo fotografías) Alegar seguridad es nimio y estúpido; la inseguridad está en todo el país aunque hay que reconocer que en la Laguna ha crecido debido a varios factores ajenos al ciudadano común y corriente.
En la carta de un vecino dirigida al Lic. Ceballos del programa CONTEXTOS del Grupo GREM c.c. a FORO DEL LECTOR de El Siglo, se dan puntos de vista que sugieren cerrar por consenso la colonia, dejando algunos pasos libres. La solución no está ahí ni en el aislamiento de un sector con otro de nuestra ciudad. Hay vecinos en esta y otras colonias que por razones personales, influencias u otras razones, desean aislarse de la gente jodida, de los pobres, rateros y bandas delincuenciales mayores; que lo hagan es su voluntad pero no es cívico, decente ni conveniente afectar a terceros, pues es un delito y abuso contra los ciudadanos; la Laguna o Torreón somos todos y el problema se resolverá cuando haya una autoridad capaz, honesta y respetuosa de las normas de convivencia establecidas, y de la Constitución; cuando alguien cumpla con su deber de funcionario público y político, y no por medio de trapacerías y medidas subrepticias, la paz y tranquilidad volverán a su cauce. Si estos señores aislacionistas desean irse a una colonia más segura, que lo hagan; si tienen con qué construir un Bunker para su seguridad, que lo construyan; si se van a Austin, San Antonio y Houston como muchos ya lo han hecho, que se vallan, es su gusto, necesidad o deseo, pero sólo hay que saber qué la inseguridad en Torreón proviene de nosotros mismos y, seguro que en esta colonia y en otras con habitantes más pudientes, la inseguridad está adentro por una serie de factores que vale la pena analizar.
1.- En toda colonia hay delincuentes ¿acaso en Los Ángeles no?... 2.- De colonias cerradas, han entrado comandos a sacar gente y los han desaparecido y en no pocos casos… 3.- Al cerrar las colonias las convertimos en ratoneras y… ¿Quién nos va a defender de los delincuentes de adentro?... ¿la autoridad municipal?... ¿la federal o el ejército?... ¡Claro que no!... en los casos suscitados de violencia y delincuencia –robos, asesinatos, tira de cadáveres o cabezas humanas, los últimos en llegar al lugar son las policías, entonces ¿de qué se trata?... venganzas, ajustes de cuentas entre ciudadanos, guerra contra la delincuencia, creo que no; la cuestión es más simple de entender. Se trata de Terrorismo de Estado. ¿Para o por qué?... primordialmente para mantener a la gente en ascuas y que con el amedrentamiento colectivo, la ciudadanía vea la conveniencia de la militarización y de que el estado policiaco, o sea Estado de Excepción, se acepte con la cabeza agachada y así, controlar las masas para el beneplácito y conveniencia de unos cuantos y aún, cuando esta mayoría haya sido defraudada en su derecho, decisión y anhelo, al sufragar.
En el 2000 con la llegada del PAN a los Pinos, México –por ineptitud y corrupción- se tornó en un popurrí –olla podrida- en la que la delincuencia floreció como la mala yerba y la ineptitud, falta de oficio y mala fe de quienes gobiernan, y así se optó por combatir a la delincuencia a tontas y locas, sin la Inteligencia de Estado existente; fue una imbecilidad que ha costado más de 100 mil muertos, 30 mil desparecidos y cientos de miles de millones de pesos, y además el miedo y el terror se sembró en la mente de la ciudadanía y, de este Estado de Excepción, que nos deja al alcance de la rapacidad extranjera, unos cuantos se están beneficiando a costa de la mayoría, por ello y mucho más, cerrar las colonias al libre tránsito es otra imbecilidad que afecta a quienes menos tienen. O ¿usted qué opina apreciable lector? |